Tras un largo tiempo de estar en Amazanga y no ver la civilización, sólo puedo decir, que cada día que pasa me gusta más este lugar lleno de Magia, de Experiencias, de Aprendizaje, de Pruebas, de Risas, de Medicina, de Compartir, de estar en contacto contínuo con la Naturaleza....
De nuevo a toda nuestra gente, agradecerles por tanto apoyo y por esperarnos después de tantos meses, aquí os mostramos algunas fotos nuevas y algunas palabras que salen de nuestro corazón, esperamos os gusten.
Seguiremos avanzando poco a poco.Gracias
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Confianza
Amazanga es un espacio que ha sido soñado y diseñado para sentir y vivenciar la relación en armonía del ser humano con naturaleza, tal cual lo hicieron nuestros antepasados.
Hemos decidido construir en esta apartada zona de amortiguamiento del Parque Nacional LLanganates debido a que aquí aun encontramos selvas vírgenes no contaminadas por la mano del hombre, se nos presenta la hermosa responsabilidad de proteger estos bosques y animales y poder recordar a las gentes que muchas veces olvidan el compromiso con la vida que aquí coexisten.
Nos hemos inspirado en la geometría sagrada usada por pueblos antecesores; Haciendo un lugar en el cual la estancia se convierta además en una experiencia reflexiva, curativa y de transformación interior. Todas las cabañas están orientadas hacia el Sol, con diseños octagonales y circulares. La gran casa que sirve de albergue está inspirada en una cabaña ceremonial de la tradición Shuar. El Templo está inspirado en los diseños ceremoniales de las tradiciones Lakota e Inca. Algunas cabañas recogen la estética de la tradición Kichwas y otras de diferentes pueblos de la Amazonía.
Agradecer a todos los hombres y mujeres que han confiado en nosotros para poder construir este hermoso sueño.
Todo Un Sueñ0
Un suspiro, un susurro del misterio de la vida en nuestros oídos, una llave maestra en el pensamiento que nos da impulso; una fracción de segundo en la cual podemos soñar despiertos y tomar el hermoso desafío de la vida en nuestras manos. Cada uno de nosotros momento a momento estamos llenos de ideas, visiones, compresiones y decisiones, somos creadores, ayudantes y auxiliares que diseñamos junto al Gran Espíritu (con y en él) como una gran familia, un solo corazón.
Solo una verdadera decisión marca la diferencia de creer y comprender que lo que estamos haciendo tiene un buen sentido, no solo por nosotros sino por cada una de nuestras relaciones, que nos conectan y nos nutren con la totalidad. Cuando todo en el fluir de la existencia está de acuerdo, un sentimiento súbito de alegría, de esperanza de un gran “SI” nos hace florecer, es síntoma de que estamos escuchando con el corazón o viendo con los verdaderos ojos del alma. Cada una de nuestras vidas es de vital importancia en este gran juego, todos nuestros actos están entrelazados como un engranaje que mueve hacia todas las direcciones en el tiempo y en el espacio están conectadas entre sí, nada está suelto, absolutamente nada, todo acto, toda decisión por más simple que parezca repercutirá como un gran eco en la constante evolución.
Está en nuestras manos el poder, el poder de estar tal y cual soñamos cada día, el poder que tiene no sólo el rezar sino además el valor de construir cada instante nuestros sueños, rezos e ideales. El adentrarnos a involucrarse cada uno consigo mismo, con su propio sueño, requiere de mucha valentía, coraje, de capacidad de amar profundamente aquello que nos da el aliento y saber agradecerlo.
Cuando el entendimiento que proviene del Espíritu traspasa los límites de lo conocido y nos aventuramos a tomar la decisión de dejarlo pasar por nuestro ser, nos revitalizamos de una energía poderosa que nos impulsa a hacer lo correcto y digo lo correcto en sentido universal, no lo que creemos entender por correcto en sentido mental, muchas veces lo correcto requiere dejar muchas cosas de las que queremos o quisiéramos que fuesen de una u otra manera. Lo correcto de revindicar el verdadero sentido que tienen nuestras vidas puestas en este escenario de la vida. HACER nuestros propósitos, de CONTINUAR el sueño de nuestros antepasados, de CREAR lo que el fuego, la tierra, el aire, el agua, nuestros primeros abuelitos nos enviaron por misión, el ver y despertar para saber volver a nuestra casa original.
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